16 de abril de 2015

La camarera, de James M. Cain



Título original: The cocktail waitress
Traductor: Ana Herrera
Editorial: RBA (Serie negra)
Género: Novela Negra
Páginas: 304
Publicado en 2012 (obra inédita escrita en 1975)



Sinopsis

Joan Medford acaba de perder a su marido en un accidente de trafico. El difunto, era alcohólico y violento, y además, deja un montón de deudas que saldar y una casa todavía hipotecada. Por si eso no fuera suficiente, Ehtel, la hermana del fallecido y cuñada de la protagonista, está empeñada en quedarse con Tad, el hijo pequeño de Joan de tan solo tres años. Joan no tiene alternativa y, aunque a regañadientes, al final consiente en que la tía del niño y el marido de esta, se queden temporalmente con el crío. Joan tiene que ponerse las pilas y encontrar un trabajo pronto, o de lo contrario no se podrá hacer cargo de Tad. Ese trabajo no tardará en llegar gracias a la mediación de un conocido. En un principio la idea era trabajar como camarera en un restaurante, pero en la entrevista de trabajo, ven que tiene mucho más potencial (porque es una mujer realmente espectacular) para laborar en un bar de copas.

El mismo día en que comienza a trabajar, conoce a Earl K. White III. Earl es un agente de bolsa que desde el minuto uno se queda prendado de ella. Con el paso de los días comienzan una relación de amistad que en seguida se ve que puede llegar a buen puerto. Solo hay un problema: Earl le dobla la edad a Joan y el pobre hombre está algo decrépito y enfermo. Joan sabe que Earl está loquito por ella, y en su imaginación empieza a fantasear con la posibilidad de que Earl le acabe pidiendo matrimonio. Para Joan sería la solución a todos sus problemas y podría recuperar a Tad de inmediato. De hecho, Joan le cuenta a Earl la difícil situación por la que está pasando y Earl le da un cheque de 50.000 dolares a Joan, sin pedir nada a cambio. Hasta ahí va todo sobre ruedas. Joan no se siente atraída lo más mínimo por Earl, pero sabe que si juega bien sus cartas puede acabar siendo su mujer.

Pero todo parece demasiado fácil para ser verdad y todo se complica el día en el que Tom Barclay entra en escena. Tom es un joven apuesto, soñador y también va detrás de Joan. Joan se siente atraída por él, pero lucha contra su instinto porque sabe que quien le interesa es Earl. Pero a veces cometemos actos irracionales, y una serie de estos actos llevaran a nuestra protagonista a vivir un verdadero calvario por culpa de estos dos hombres.


El comienzo de La camarera


Conocí a Tom Barclay en el funeral de mi marido, tal y como me hizo notar él mismo más tarde,
aunque en aquel momento me causó tan poca impresión que no tenía ningún recuerdo de haberlo
visto antes. El señor Garrick, de la funeraria, tenía la costumbre de llamar a la Ayuda Estudiantil de la universidad para pedir chicos que le echaran una mano, pero uno de los elegidos aquel día, un chico muy joven llamado Dan Lacey, no pudo acudir no sé por qué motivo, y su padre le pidió a Tom como favor que fuera en su lugar. Tom, aunque se había graduado el año anterior, me hizo los
honores, vino a buscarme y luego me volvió a llevar a casa en una enorme y brillante limusina. Pero él iba en el asiento delantero con el chófer, de modo que apenas intercambiamos unas palabras, y yo ni siquiera vi bien cómo era. Más tarde él admitió que sí que se fijó en mí… y no en mi cara, precisamente, porque llevaba velo, sino en mis «bonitas piernas», según dijo.


Opinión

Creo que es un acierto que esté escrita en primera persona, porque así conocemos a través de la protagonista hasta el más mínimo de sus pensamientos. Es una obra compleja y muy psicológica, pero se lee del tirón. Muchos de los temas que trata (el aborto, la infidelidad, el maltrato físico) no se han abordado en la literatura o no al menos de forma tan explicita (para ser una novela escrita en 1975 es muy rompedora). Tiene una importante carga erótica, sin ser una novela erótica. Tiene una gran dosis de violencia, sin ser violenta. Tiene muchísima tensión, sin ser un thriller. Tiene una trama y un desarrollo normal, pero a la vez sorprendente. Y también tiene lo que mejor define a una buena novela negra: suspense, intriga y un esplendido retrato de la sociedad más invisible. En fin, como podrás observar por mis palabras el caso es que me ha encantado. Es la segunda novela que leo de este autor, la otra que he leído es la de El cartero siempre llama dos veces, y seguro que voy a intentar leer más novelas de James. M. Cain. La verdad es que aunque no es la típica novela de malos y buenos, de polis y ladrones, de asesinos e inspectores (o detectives), es mucho más negra que muchas de estas novelas. Si tienes ocasión léela, porque es una obra que está pidiendo a gritos lectores. Y si no me crees mira lo que dice Stephen King de La camarera: Una verdadera rareza: una novela pensada para disfrute de los lectores que es al mismo tiempo un acontecimiento literario.


Nota: 9 de 10


5 comentarios :

  1. Interesante, me encantan las novelas negras, a la primera oportunidad la devoro, Gracias!

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  2. Hola, leí esta novela en verano y me quedé muy sorprendido con la facilidad con la que Cain incluía erotismo y violencia que se fue haciendo más presente después de las primeras novelas como El cartero siempre llama dos veces. Tengo esta y otras cuatro novelas de Cain reseñadas en mi blog. Será interesante seguir leyendo novelas de este hombre que hizo caso omiso a las "decencias" de su tiempo escribiendo con crudeza y completa sinceridad.

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    1. Hola Adol. Me he dado una vuelta por tu blog para ver las reseñas de Cain. En cuanto pueda me leeré las otras dos novelas que hay en tu blog. Por cierto, además de hacerme seguidor de tu bitácora, me fijé en que tenemos gustos parecidos. Por ejemplo vi que tienes reseñados un buen numero de libros de mi autor favorito: Ross MacDonald. Saludos.

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  3. Tiene muy buena pinta. Además, el otro título del autor, también tengo pensado leerlo. Espero disfrutar con ambos.

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